Una traducción jurada consiste en la reproducción con el mismo carácter en una lengua B de un documento oficial escrito originalmente en una lengua A, de cara a su presentación ante las administraciones públicas o a la realización de trámites entre empresas y particulares.
En España, las traducciones juradas las realizan los traductores-intérpretes jurados habilitados por el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación (MAEC), a través de su Oficina de Interpretación de Lenguas (OIL) Así, la OIL organiza todos (o, a veces, cada dos años) unas pruebas de certificación con un altísimo nivel de exigencia, que responde a la necesidad de ofrecer las máximas garantías posibles, con un nivel elevado de rigor y calidad, en la redacción de documentos que dan fe pública.
La regulación en España de esta figura profesional se produce mediante el Real Decreto 2555/1977, parcialmente modificado por los Reales Decretos 889/1987, 752/1992, 79/1996 y, por último, 2002/2009. En este último se registra, por ejemplo, una modificación importante, como es el cambio en la denominación del profesional, que pasa de “intérprete jurado” a “traductor-intérprete jurado”. De esta manera, se adapta la denominación oficial de estos profesionales a su doble condición de traductor de documentos escritos e intérprete de discursos orales, por ejemplo, en las vistas orales de los juicios penales.
Procedimiento de una traducción jurada
Una traducción jurada puede realizarse prácticamente de cualquier documento, tanto en formato digital como en el tradicional, el papel.
El traductor/a revisa siempre el documento original (que, como mencionamos anteriormente, puede ser aportado tanto en papel como en formato electrónico vía email, siempre que tenga buena visibilidad y resolución) y realiza la traducción respetando en la lengua de destino todo el contenido del documento de partida.
Es importante mencionar que en la traducción jurada no deben reproducirse los sellos y otros elementos gráficos, pero sí se suelen hacer constar escribiendolos entre corchetes.
¿En qué casos debemos realizar una traducción jurada?
Existe una cierta confusión en cuanto al tipo de textos que pueden ser susceptibles de traducción jurada. Por lo general, se tiende a pensar que este ámbito se ciñe a documentos de carácter jurídico o económico, dado que estas son las áreas más solicitadas.
No obstante, hablando rigurosamente, no existe ninguna limitación en cuanto a la tipología textual, y cualquier tipo de texto puede ser objeto de traducción jurada si así se requiere: desde un proyecto de arquitectura hasta la patente de un medicamento o incluso el historial clínico de un paciente.
Tipos de documentos
Las traducciones juradas suelen ser imprescindibles para los documentos que se aportan a las administraciones públicas, entidades oficiales, centros de estudios (universidades o colegios), bancos, fuerzas de seguridad, tribunales, juzgados y entidades internacionales de diversa naturaleza.
Además, también se realiza la traducción jurada de los documentos de empresa con bastante frecuencia, cuando se quiere asegurar la veracidad e imparcialidad de la traducción (por ejemplo, en la firma de un contrato entre dos empresas).
¿Se puede hacer una traducción jurada en cualquier idioma?
En cuanto a las lenguas de los documentos que pueden ser objeto de certificación, en nuestro país deberá tratarse siempre de combinaciones que incluyan alguna de las lenguas oficiales.
Por ejemplo, se podría jurar la traducción al castellano de un certificado de nacimiento de la República de Kenia redactado originalmente en inglés o en suajili, o la traducción al francés de un título universitario redactado en catalán.
Sin embargo, es imposible realizar de manera directa la traducción jurada al inglés de un documento original redactado en chino o en amharico. En casos como los anteriores, la única solución posible sería realizar una primera traducción jurada al castellano o a alguna de las lenguas cooficiales y, a continuación, realizar una nueva traducción jurada a partir de la primera traducción.
Precios y fecha de entrega
Las tarifas de traducción jurada varían muchísimo, y dependen de cada traductor/a. Sin embargo, como en cualquier sector, uno ha de buscar la relación calidad-precio acorde a sus necesidades, no solo económicas, sino también de objetivo.
Si su objetivo es que la traducción jurada sea aceptada en el destino y contribuya al éxito de su gestión o negocio, procure elegir bien a sus traductores.
En este caso, no solo valore las tarifas, sino también:
- La experiencia
- La especialización
- El tiempo de respuesta a su necesidad de traducción
- El tiempo de realización de la traducción jurada
- El esquema de trabajo que le propone el traductor o la agencia de traducción
Para conocer la tarifa correspondiente a la traducción jurada de su documento, en FAST.txt podemos ayudarle. Solo tiene que rellenar nuestro formulario o enviarnos un email y le diremos el precio, plazo de entrega y forma de pago de su traducción jurada lo antes posible.
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Mercedes Pajuelo