La traducción farmacéutica
La traducción farmacéutica comparte muchas características con la traducción médica, ya que, en caso de no ser precisa y correcta, las consecuencias pueden ser muy graves. Así, cuando se trabaja con textos farmacéuticos se deben seguir unos protocolos y procedimientos especiales que garantizan la calidad del servicio ofrecido.
Cuando hablamos de traducción farmacéutica hablamos de todos los documentos empleados en el sector farmacéutico. De esta manera, los clientes pueden ser tanto organismos de investigación, laboratorios o fabricantes de medicamentos, así como revistas médicas o editoriales farmacéuticas.
Se trata de una de las modalidades más demandadas, tanto por ser un sector en constante expansión e innovación, como por la gran producción y comercialización de productos farmacéuticos.
Regulación de los documentos farmacéuticos
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, sus siglas en inglés) y el Comité de Medicamentos de Uso Humano son los dos organismos que evalúan la calidad, la seguridad y la eficacia de los fármacos con el objetivo de permitir su comercialización en Europa. Además, regulan la información que se debe incluir en la ficha técnica, el etiquetado y el prospecto de los medicamentos.
De hecho, la Directiva 2001/83/CE obliga a redactar los prospectos y etiquetados en el idioma del país en el que se comercialicen dichos medicamentos, según lo especificado por cada Estado miembro. También establece la forma en la que se deben redactar de conformidad con la función y el formato del medicamento.
Así, desde el proceso de fabricación de un fármaco hasta su comercialización, existen varios momentos en los que se requiere de los servicios de un traductor.
Tipos de documentos
Algunos de los documentos que engloba la traducción farmacéutica son: prospectos y fichas técnicas de medicamentos, estudios e investigaciones farmacéuticas, patentes químicas, ensayos clínicos, documentos de laboratorio, etiquetado y envasado, artículos especializados publicados o a publicar en revistas científicas, ponencias del sector, publicidad, herbolario, cosmética, perfumería, etc.
Particularidades del ámbito de la traducción farmacéutica
La industria farmacéutica trabaja a un ritmo muy acelerado, y, a menudo, la introducción en el mercado de los medicamentos debe ser igual de rápida, ya sea porque son medicamentos nuevos resultado de investigaciones de empresas farmacéuticas o porque se trata de productos genéricos que se lanzan después de la expiración de patentes.
Algunos de los requisitos esenciales de la traducción farmacéutica son la rapidez, la precisión, el conocimiento terminológico, la experiencia y la confidencialidad. De este modo, es imprescindible encargar la traducción de este tipo de documentos a un equipo de traductores profesionales especializados y acostumbrados a trabajar en estas condiciones, que cuenten con coherencia terminológica, eficacia y un amplio conocimiento de los protocolos especiales de este sector.
Consecuencias de los errores traductológicos
Es importante recordar que el ámbito farmacéutico afecta directamente a la salud, por lo que el margen de error que se permite es prácticamente nulo. Las consecuencias de un error de traducción podrían ser gravísimas.
Un ejemplo de ello son las traducciones de prospectos y fichas técnicas. En ellas se especifica la posología del medicamento, así como sus beneficios y contraindicaciones. Así, un error de traducción podría cambiar la posología, originando problemas con las dosis ingeridas por los pacientes. Además, algunos fármacos pueden ser potencialmente peligrosos si interactúan con ciertos productos, mientras que otros deben seguir una administración rigurosa en horas concretas.
Por tanto, un error de traducción desafortunado puede suponer la prohibición de la comercialización de un determinado medicamento o producto farmacéutico, con las pérdidas económicas que supone para la industria farmacéutica.
Características de una buena traducción farmacéutica
Como sabemos, la traducción farmacéutica requiere de un alto grado de especialización en terminología farmacéutica, además de química, bioquímica e incluso médica.
Por tanto, una buena traducción debe contener un lenguaje claro y conciso, que no de lugar a libres interpretaciones. En un documento de tal precisión técnica, los juegos de palabras y metáforas no tienen cabida.
La constante actualización del sector y el alto contenido de terminología específica exigen un traductor especializado en la industria, así como una gran capacidad de documentación.
Asimismo, la capacidad comunicativa de la traducción afecta de forma directa a la imagen de marca y a su reputación. A final de cuentas, si el prospecto no está claro, es posible que el paciente o usuario opte por otro medicamento en el futuro.
Impacto en EE.UU.
La industria farmacéutica es más necesaria que nunca. El avance de enfermedades casi desconocidas ha hecho que cada vez sea más necesario disponer de los instrumentos farmacológicos adecuados para tratarlas. Es en este campo es donde las traducciones farmacéuticas se tornan imprescindibles.
Operando a escala mundial, la industria farmacéutica de EE.UU. produce más materiales y fármacos que en cualquier otro lugar. Así, debe proporcionar documentación traducida a varios mercados lingüísticos con el objetivo de poder comercializarlos. Ya sea las presentaciones regulatorias, los folletos de información para el paciente o etiquetas de empaquetado, todos deben estar traducidos para no encontrarse con complicaciones al registrar sus medicamentos en mercados extranjeros, los cuales están regulados por estrictos organismos reguladores o agencias gubernamentales. Así, la traducción farmacéutica permite a estas empresas estadounidenses cumplir con todos los requisitos necesarios para llevar a buen puerto su trabajo.
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Mercedes Pajuelo